John F. Kennedy Apt/New York Port

El Aeropuerto John F. Kennedy (JFK) sirve como un centro de transporte clave en los Estados Unidos, ubicado en Queens, Ciudad de Nueva York. Aunque se reconoce principalmente como un aeropuerto internacional, JFK también tiene operaciones marítimas significativas asociadas con el transporte de carga, lo que lo convierte en una instalación híbrida que combina la logística aérea y marítima. La proximidad de JFK a uno de los puertos más activos del mundo, el Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, mejora su papel en el comercio internacional y las operaciones de la cadena de suministro. Esta posición única permite un transporte eficiente de mercancías tanto por aire como por mar, facilitando los flujos comerciales que son esenciales para las economías locales, regionales y nacionales.

Las operaciones de carga del aeropuerto están bien integradas con varias compañías de logística que utilizan tanto el transporte aéreo como marítimo para optimizar sus cadenas de suministro. Las instalaciones en JFK están diseñadas para acomodar una amplia gama de cargas, desde carga general y perecederos hasta electrónicos de alto valor y productos farmacéuticos. Las continuas actualizaciones e innovaciones en tecnología de manejo han mejorado la eficiencia en el procesamiento de carga, asegurando un servicio rápido y confiable que satisface las demandas de las empresas que dependen de entregas puntuales.

JFK opera bajo un estricto cumplimiento regulatorio y se adhiere a estándares nacionales e internacionales para la seguridad, protección y sostenibilidad ambiental. Se están llevando a cabo activamente iniciativas recientes destinadas a reducir la huella de carbono del aeropuerto. Estos programas de sostenibilidad incluyen tecnologías y prácticas energéticamente eficientes diseñadas para minimizar las emisiones en las operaciones aeroportuarias. A medida que JFK continúa creciendo como un centro logístico crucial, se mantiene comprometido a mejorar sus servicios mientras también es un cuidador responsable del medio ambiente, apoyando así tanto el crecimiento económico como la sostenibilidad ecológica.